Cómo las palabras que te dices moldean tu autoestima

A menudo subestimamos el poder de nuestro diálogo interno, la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos cuando nadie nos escucha. Nuestra voz interna en ocasiones nos cuida y nos anima, pero otras veces se convierte en nuestro crítico más severo. En cualquiera de los dos casos, las frases que nos repetimos una y otra vez en nuestra cabeza pueden determinar cómo nos sentimos, cómo actuamos y, en última instancia, cómo nos valoramos.

Hay estudios neurocientíficos que demuestran que el cerebro no siempre distingue entre lo que decimos en voz alta y lo que pensamos

Los estudios de neurociencia cognitiva sugieren que determinadas áreas cerebrales tradicionalmente asociadas con la producción y comprensión del lenguaje hablado, también se activan durante procesos de pensamiento interno. Es decir, el cerebro utiliza mecanismos similares para procesar el habla externa y el diálogo interno. Por ello, no siempre distingue entre lo que decimos en voz alta y lo que pensamos.

Por otro lado, se ha observado que cuando nos repetimos frases negativas el cerebro activa respuestas de estrés y refuerza patrones de pensamiento poco saludables. Al cambiar estas narrativas por afirmaciones más realistas y amables, no solo podemos modificar nuestras emociones, sino también nuestro comportamiento.

Pensamientos como «no soy lo suficientemente bueno», «siempre fallo» o «no merezco esto» erosionan poco a poco la confianza que tenemos en nosotros mismos y nuestras habilidades de resolución de problemas. Nos llevan a actuar desde el miedo y la inseguridad. Por el contrario, un diálogo interno positivo y compasivo puede convertirse en un recurso poderoso para afrontar el día a día. ¿Cómo te sentirías si cambias el «no soy lo suficientemente bueno» con lo «estoy haciendo lo suficientemente bien»?

Las palabras que nos decimos tienen un peso significativo en nuestra autoestima. Cultivar un diálogo interno positivo no significa ignorar los errores o las dificultades, sino aprender a hablarnos con respeto y empatía. La forma en la que nos hablamos puede marcar la diferencia entre sentirnos capaces o derrotados.

I am looking for resources on:

Te puede interesar: