¿Por qué no puedo dejar a una persona que me hace daño? Hablamos de dependencia emocional

Hablamos de dependencia emocional cuando una persona permanece en una relación que le genera sufrimiento y no consigue salir de ella a pesar del dolor que le genera y la forma en la que la relación atenta contra su bienestar físico y emocional. La persona es más o menos consciente de que no es bueno para ella, pero no puede romper el vínculo. Este tipo de relaciones generalmente implican:

  • Tener miedo constante a que la otra persona se vaya.
  • Renunciar a tus gustos, amistades o proyectos personales solo para agradar a tu pareja.
  • Permitir faltas de respeto o incluso malos tratos.
  • Sentir que tus necesidades no importan.
  • Dar mucho más de lo que recibes.

La dependencia emocional activa en el cerebro los mismos mecanismos de recompensa que se activan en una adicción.

Metafóricamente hablando enciende áreas como el núcleo accumbens o el área tegmental ventral, que están involucradas en la liberación de dopamina, una sustancia relacionada con el placer y la recompensa. Esto explica por qué puedes experimentar:

  • Pensamientos obsesivos sobre la otra persona.
  • Conductas impulsivas para mantener el vínculo, incluso a costa de tu dignidad o bienestar.
  • Sensaciones de ansiedad, miedo o vacío solo de pensar en alejarte.

Nuestras creencias y heridas de infancia también nos predisponen a permanecer en este tipo de dinámicas.

Hay algunos factores que funcionan como un pegamento que nos impide despegarnos de la persona con la que tenemos una relación de dependencia emocional:

  • La esperanza de que la otra persona cambie Aún tienes la esperanza de que la otra persona cambie o vuelva a ser como era «al principio»: atento, cariñoso, presente. Esa esperanza te impide soltar, aunque cada día te demuestre lo contrario. Vives esperando un cambio que nunca llega, y mientras tanto, te vas perdiendo a ti misma.
  • El miedo a la soledad: Sentir miedo de estar sola es humano. A veces, la idea de quedarte contigo misma/o puede asustar más que cualquier relación. Sin embargo, tu compañía puede ser un refugio y estar acompañada puede ser el huracán cuando estás en una relación donde te sientes incomprendida y abandonada.
  • La baja autoestima: Cuando no te crees suficiente, es fácil creer que debes conformarte. Te convences de que es lo mejor que puedes tener, que quizás el problema eres tú. Aunque hoy no lo veas claro, tú mereces respeto, ternura y reciprocidad. Mereces un amor que no duela.

¿Cómo salir de una relación con dependencia emocional?

No hay fórmulas mágicas, pero sí caminos que pueden ayudarte a recuperar tu libertad emocional. Aquí te comento tres cosas que puedes empezar a hacer hoy mismo:

  1. Terapia psicológica: Un profesional puede ayudarte a entender el origen de la dependencia, trabajar tu autoestima y acompañarte en el proceso de separación emocional.
  2. Reconecta contigo misma/o: Recupera tus hobbies, tus amistades, tus espacios. Empieza a priorizarte.
  3. Implementa el contacto cero: A veces es necesario establecer distancia total (lo que se llama «contacto cero») para sanar de verdad. Bloquear no es inmaduro: es proteger tu salud mental.

Si esto te ha gustado te invito a que entres en nuestro canal de YouTube «Leticia Santi Psicólogos» para ver el #caféconleti sobre dependencia emocional: Cuando amar te rompe por dentro: así funciona la adicción (o dependencia) emocional

I am looking for resources on:

Te puede interesar: